Sus clientes eran gente del campo que tenían bicicletas
y a los que tenía que esperar muchas veces hasta la una de la madrugada a que
volviesen del cine o de las barracas para recoger sus bicicletas.
El primer taller estaba ubicado en el local del estanco de
El Cobra, posteriormente se trasladó a la esquina enfrente del Bar Olimpia,(hoy
Laico) y al final a la calle Elche en donde continua.
Cobraba 50 céntimos por pinchazo y 100 pts por limpiar la
bici. El primer pinchazo que arregló fue a Don Paco, casado con la de Magro que
vivía en la Glorieta,
y que posteriomente le compraría la primera bicicleta que salió de su taller y que costó
entonces 450 pesetas.
Paquito fue siempre un hombre trabajador dedicado en cuerpo
y alma a su negocio. De sus 4 hijos ha sido Tomás el que se ha dedicado a continuar
el negocio de su padre que fueron ampliando y además de bicis incorporaron
motos.
Son innumerables los personajes que pasaron por su taller, Santiago Bernabeu , el ministro Francisco
Fernández Ordoñez, jugadores del real Madrid, Hércules,etc fueron clientes suyos y amigos, también se
codeaba con todos los alcaldes de Santa Pola desde Ruiz Gasch a Pascual Orts, ,
etc Tenía una gran amistad con Manolo Maciá.
Una de las anécdota
más divertidas que contaba era cuando Carlos El Mort que era prácticamente
analfabeto, quiso comprarle una bicicleta a un gitano y acudieron a Paquito
para que les redactará una nota y quedara constancia de la venta en un papel.
Esta fue la factura que redactó:
“ Yo, EL MUERTO, le compró una bicicleta a RAZA CALE con el
precio de 150 pesetas. Testigo: EL VIVO .En Agosto del año 1996 Paquito recibió el Escudo de Oro de la Villa de Santa Pola, en reconocimiento a la labor de colaboración que ha realizado desde siempre con el Ayuntamiento y Pueblo de Santa Pola y el Parque Infantil de Tráfico fue bautizado con el nombre de “Paquito El de les Bicicletes”, Paquito en definitiva, forma parte de la Historia de Santa Pola. Paquito El de les Bicicletes murió en 1998 pero su negocio continúa vivo y prosperando de la mano de su hijo Tomás y los hijos de este.
Texto extraído del artículo escrito por Juan José López Lafuente en la revista Escenas en el año 1992.
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